sábado, 21 de junio de 2008

Second times




Hay libros muy buenos que no toleran una segunda lectura.


Hay grandes amores que no toleran una segunda oportunidad.





La foto es de crimsonicity.

domingo, 15 de junio de 2008

Sunday


"Si has de abandonarme, no lo hagas en domingo, no lo resistiría." (Marcela Serrano, Nosotras que nos queremos tanto)


Siempre he pensado que domingo en inglés es puro sarcasmo. Los domingos no tienen nada de días soleados. Son días grises, de tardes largas, que se deslizan lento cuesta abajo por la pendiente de la semana que acaba o empieza. Son días en que la luz tiene un tono extraño, un clima enrarecido, y el ánimo se le esconde a uno debajo de las almohadas para no recibir a las visitas.
Son días solitarios, al menos para mí. Pero solitarios no es la palabra exacta. Desolados, quizás. Días de paredes calladas y encierros anónimos. Días como el día en que te fuiste y me dejaste sola con todo este silencio.

(La foto es de Greetcha)

sábado, 14 de junio de 2008

Growing (up)


Ella siente crecer dentro de sí una sombra. Pequeña. Va moviéndose poco a poco, desenvolviéndose. Parece latir, respirar.
Él no está. Se fue hace suficiente tiempo para saber que no volverá. Se fue sin saber que se iba, lo que eso significaba. Ella llora por las mañanas. En silencio. No quiere que quien crece, poco a poco, la escuche llorar.
Crecer, al contrario de lo que dicen, no duele. A ella no le duele. Debe ser una niña, se dice. Si fuera varón de seguro dolería.
Ellas dos, entonces, solas contra el mundo, amanecen secándose las lágrimas.

So sick of it


Harta de quienes están en contra de todo sólo por estar en contra.
Harta de los que dicen estar de vuelta de un sitio a donde jamás han ido.
Harta de los que utilizan el cinismo para ridiculizar a quienes sí son capaces de sentir emociones verdaderas.
Harta de los que creen que con su actitud de fuck-the-world son la estrella de rock de su microcosmos social.
Harta de esta sociedad desechable y no reciclable.
Harta de estar harta, quizás.

viernes, 13 de junio de 2008

Thanks, that was fun


I'm learning, I'm yearning
I'm burning, all your stuff
But that's not enough.
I'm faking, that I'm aching
Mistaking lust for love.

Thanks, that was fun
Don't forget, no regrets
Except maybe one.

Did I scare you?
When I dared you?
I stared you in the eye
And told you goodbye.

You mock me,
It shocked me,
When you walked me to the bus.

Thanks, that was fun
Don't forget, no regrets
Except maybe one.
Made a deal not to feel
God, that's dumb...

(Thanks, that was fun, Barenaked ladies)

Estoy aprendiendo, estoy anhelando,
estoy quemando todas tus cosas,
pero eso no es suficiente.
Estoy fingiendo que me está doliendo,
confundiendo la lujuria con el amor.

Gracias, eso fue divertido.
No lo olvides, no hay rencores,
excepto quizás uno.

Te asusté
cuando te reté?
te miré a los ojos
y te dije adiós.

Te burlaste de mí,
me impactó
cuando me acompañaste a la parada del autobús.

Gracias, eso fue divertido.
No lo olvides, no hay rencores,
excepto quizás uno.
Hacer un trato para no sentir,
Dios, eso es tonto...

Sometimes I just wanna sleep 'til next year


A veces quisiera quedarme dormida y pasar de un tirón hasta el próximo año.
Pero no es exactamente eso.
A veces quisiera pisar el botón de forward en el control remoto de mi vida. Hacer clic en skip intro, saltarme de golpe y pisotón todo el proceso y llegar de una vez a lo que sea que seré cuando sea grande.
Y no es que crea que seré gran cosa. Es sólo que mi vida me aburre.
Es sólo que estoy cansada.
Es sólo que temo que, en algunos años, esté escribiendo otro post en el que quiera apretar rewind.

jueves, 12 de junio de 2008

I cry when I see chocolate syrup


No creo que nadie más pueda entenderlo.
Mejor dicho, no creo que nadie pueda entenderlo.
No lo entendió el chico que ordena la mercancía en el supermercado, al ver una lágrima resbalar por mi mejilla mientras, sujetando el carrito de la compra, me quedé ahí, de pie frente a la estantería, mirando un frasco de sirope de chocolate.
Tú tampoco lo entenderías ya. Ha pasado demasiado tiempo. Los recuerdos pierden significado al alejarse en la distancia como trenes, como los letreros que pasas cuando vas por la autopista y que después de un rato, cuando han quedado lejos, aunque les hayas prestado toda tu atención, ya no eres capaz de recordar qué decían.
Eso soy yo ahora. Sólo un signo en la carretera de tu vida. Un signo que, por cierto, demarca la salida de una ciudad que ya no recuerdas y a la que no piensas volver. Un lugar por el que pasaste hace ya largo rato.
Pero yo, que soy un signo, estoy clavada junto a la carretera y no sé cómo moverme de aquí.